Será más pronto que tarde, pero en los próximos meses es posible empezar a distribuir una vacuna contra la Covid-19. Los expertos reclaman mucha precaución, pero saben que este hecho es un punto de inflexión ante una pandemia que no deja de atemorizarnos. Necesitamos noticias positivas para poder dejar atrás la pandemia.

 

Y tiene muchas consecuencias. Primero, la compra de la vacuna o vacunas se centraliza desde la Unión Europea, algo muy importante para el futuro. Por fin, nos coordinaremos y nos pondremos de acuerdo en esta lucha contra el virus, además de crear el fondo de recuperación económica para los países más afectados, entre ellos España.

 

Los expertos están trabajando para decidir qué grupos de población serán los primeros en recibirla, puesto que en las primeras semanas es imposible que todos podamos participar en esta campaña de vacunación. Empezará por los colectivos más vulnerables que tienen otras patologías previas y seguirá por los grupos sociales más expuestos o más necesitados de su implantación, como los sanitarios, los profesores, los cuerpos de seguridad… Sobre esta decisión se generará polémica y habrá voces críticas, pero lo importante es que la UE comprará diferentes vacunas para todos los españoles. Este será el primer paso real para empezar una vida diferente.

 

Es muy importante que se tenga en cuenta al colectivo de personas con discapacidad que representa cerca del 10 por ciento de la población y si sumamos a sus familias, estamos hablando de un porcentaje muy elevado de los españoles y de un grupo que necesita el apoyo de las instituciones. No puede quedarse atrás en esta campaña de vacunación por sus consecuencias y por sus necesidades. Debe abandonar el furgón de cola, lugar habitual donde se le coloca cuando se toma una decisión trascendental para la sociedad.

 

Hasta ahora, el coste en vidas y en enfermos ha sido brutal. Nadie pensaba que sería tan dramático ni que laminaría nuestra economía y nuestra sociedad. Por eso es tan importante disponer de varios tipos de vacuna. Nunca en la historia de la medicina se había podido elaborar una en un tiempo récord. En apenas un año ha sido posible gracias a la colaboración de los equipos de investigación de todo el mundo y, aunque se ha mantenido una carrera por ver qué país era el primero en suministrarla a sus ciudadanos, lo cierto es que nunca antes los investigadores ni las empresas farmacéuticas se habían puesto de acuerdo para alcanzar el mismo objetivo. 

 

Alguien pensará, y con razón, que estamos hablando de uno de los mayores negocios del mundo, pero también es cierto que las vacunas salvan vidas y eso no tiene precio. Otra cuestión es que la Organización Mundial de la Salud intente que llegue a todos para que no se queden atrás los países más pobres. Es un objetivo imprescindible para la humanidad y una muestra de ayuda a los más necesitados.